Celso Borges habla de Alexandre Guimaraes en su primer mes al mando de Alajuelense

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El fútbol, además de ser un deporte apasionante, también puede ser un lazo que une a las familias, este es el caso de Celso Borges y su padre, Alexandre Guimaraes, quienes están viviendo una experiencia única al trabajar juntos en la Liga Deportiva Alajuelense.

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Después de muchos años dedicados al fútbol, Guimaraes tomó las riendas como entrenador del equipo el pasado 12 de marzo. Lo que hizo que esta noticia fuera aún más especial fue el hecho de que su hijo Celso también forma parte de la plantilla del equipo desde septiembre de 2021.

Para Celso, de 35 años, esta oportunidad de trabajar codo a codo con su padre ha sido una experiencia única y emocionante. Aunque ambos se esfuerzan por mantener una relación profesional en el campo, fuera de él siguen disfrutando de su vida familiar como siempre lo han hecho.

¿Qué piensa Borges de este mes de Guima al mando del club erizo?

"Ha sido una experiencia linda. Me tocó una vez jugar en contra y nunca más quisiera que pase eso, entonces cuando está acá con uno, el verlo todos los días uno también trata de disfrutar", comentó Celso, de 35 años.

“Tenerlo ahora acá es una experiencia que sucedió nada más pero que me pude haber planteado en algún momento, sobre qué interesante hubiera sido, porque como te dije, sí dije que nunca más quería tenerlo en contra, independientemente de la situación, entonces es una experiencia más”, añadió.

A pesar de su vínculo en el mundo del fútbol, en casa, padre e hijo dejan el trabajo a un lado y disfrutan de la rutina de una familia normal.

Celso compartió que en sus conversaciones familiares rara vez se menciona el fútbol, prefiriendo hablar de otros temas como cualquier otra familia.

Este sábado, Guimaraes se enfrentará a su primer clásico como entrenador de Alajuelense, un momento emocionante para él y toda su familia.

A pesar de algunos contratiempos de salud, Guimaraes está listo para el desafío y su hijo Celso está emocionado de verlo en acción.

“Eso no ha cambiado nada, igual que como sería un almuerzo familiar, somos cuatro en la familia y hablamos de lo que habla cualquier familia, esa parte ni se menciona. Nunca se ha hablado de fútbol en nuestras conversaciones familiares, es algo que siempre lo hemos mantenido en privado”, indicó.

Esta unión familiar en el campo no solo fortalece el vínculo entre padre e hijo, sino que también podría ser una ventaja para el equipo, ya que cuentan con la experiencia y la complicidad que solo una familia puede tener.

Sin duda, esta temporada promete ser emocionante tanto para Alajuelense como para los Borges-Guimaraes.